
Cuando caiga la tarde,
venga la noche y se quede,
será el momento de lanzar al aire
el globo de los deseos.
Puede que te quemes al encenderlo.
Puede que rompas el papel de arroz o el armazón.
Pero si se enciende la parafina
calentará el aire dentro de ella.
No temas porque se elevará
y se mantendrá mientras siga viva la llama.
Gema Albornoz
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Espero que esa llama no se apague sería triste ver como cae, besitos
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No te preocupes, Besta.
Si cae se puede encender de nuevo.
Besos.
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Ufffff me dejas mas tranquilo , estaba por llamar a la NASA y mandar un cohete en su búsqueda por si acaso… besetes
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Jajaja.
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Y lanzaremos nuestros deseos al cielo…y la llama no se apagará.
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😀 😀 😀
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Mis amigos, en las bodas, sueltan estos globos hacia la noche (todavía no se ha quemado nadie).
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Nunca lo probé, así que me dejas mucho más tranquila. 🙂
Un abrazo.
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En las noches, Gema, quedan preciosos, preciosos. Fíjate tú que no sé si casarme yo también solo para verlos ascender y ascender. Ya te digo, como no se case alguien enseguida, alguien que me invite a la fiesta y suelte globos después, me caso yo.
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