Viene soplando fuerte
y marca casillas de ausente
por donde aún no pasó
y no dejó nada.
O todo intacto.
¡Cómo han cambiado
los portes que se levantan
como vasallo en batalla
que pierde,
le queda honor
y se levanta!
Ahora son quijotianos
los que viven el caos
dentro de su cabeza
y de sus miedos medicados.
Viene soplando fuerte
y casi siempre te mira.
Y acierta donde más duele.
Adivina ese diálogo
que nunca terminas.
Te mira y te adivina.
Gema Albornoz
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hermoso como siempre no puedo dejar de pasar por tu cueva y leerte.
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Es un honor, Besta Salvaxe, que pases por mi cueva.
Hay muchos rinconcitos, sillas, paisajes, puedes reposar por donde gustes. Me encanta que te sientas a gusto y vuelvas a leer cada día, de verdad. 😀
Un abrazo compañero de camino. ^^
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Me horrorizan esos molinos y el paisaje que dibujan. Los otros, los quijotianos, me resultan grandiosos, novelescos, legendarios. Como siempre, me encanta leerte.
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Realmente, los molinos de viento que más me han impresionado han sido por ejemplo, los de Campo de Criptana, por decir unos, de esos grandiosos, novelescos y legendarios.
Creo que también nos reflejamos en los actuales, para bien o para mal.
Un abrazo, Natalia.
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Claro que nos reflejamos…….no sé si me preocupa.
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Ya…
Besos.
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