En la línea de meta
comenzaba la carrera
sonó el pistoletazo de salida.
Todos pasarán las mismas pruebas.
Alguna no muy segura,
comenzó a correr.
Saltaba lo que podía
pero evitando caer.
Otro muy preparado
estaba muy confiado
y en vez de ir a buen ritmo.
Estaba pendiente de los de los lados.
Alguno que no quería continuar
no podía dar un paso más,
iba a su ritmo cantando
para animarse a terminar.
Al final, la no muy segura ganó,
el muy cansado terminó
y el que estaba muy preparado
lloró y lloró. El último quedó.
Gema Albornoz
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Basada en una obra en https://emocionesencadenadas.wordpress.com/.
Muy bonito. me ha gustado mucho este poema Gema. Gracias por esta pequeña lección de vanidad que nos has enseñado hoy.
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Muchísimas gracias, Antonio.
Con los dibujos de mis sobris intento interpretarlos de la mejor manera posible.
Un abrazo.
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Seguro que se los lees y quedan encantados. XD XD
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Te he enviado una solicitud al face de la asociación en la que estoy. Estoy seguro que tus poemas gustaran a nuestros chic@s.
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¡Ok! Gracias por avisarme, Antonio. 🙂
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