
Esa era la razón.
Que no tragaras
ni media palabra.
Se te quedaban
en la garganta,
atascadas.
Gema Albornoz
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Esta obra de Gema Albornoz está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.

Esa era la razón.
Que no tragaras
ni media palabra.
Se te quedaban
en la garganta,
atascadas.
Gema Albornoz
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Entre las razones no se me ocurre ninguna mejor (soy corta de imaginación) que la desconfianza.
Por eso, no me guardo ninguna palabra, ningún abrazo y te los envío. 🙂 ¡Feliz martes!
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Bueno a mi a veces se me atragantas las palabras por otros motivos. Pero…tampoco me guardo los abrazos. 😁
Abrazos, querida amiga. ^^
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A diferencia de Verónica, mi imaginación se suele desbordar, así que se me ocurre que se le atascaron las palabras porque estaban hartas de salir por el orden que no tocaba. Decía «sí», cuando quería decir «no», «hola» en lugar de «adiós»… y las palabras se hicieron un lío, se declaron en huelga y se atoraron en su garganta. Desde aquel día, decidió decir siempre lo que de verdad pensaba 😉
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Jajaja. ¡Gracias! Tu comentario aportó un aumento de varios niveles a mi entrada. ¡Mil gracias! 😉
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Con permiso reblogueo en canela y miel, Gracias .
Un abrazo .
PD: Me encanta tus escritos.
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Muchísimas gracias por ese reblogueo. Gracias y más gracias. ^^
Un abrazo, Melani.
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Gracias a ti por permitírmelo … 🙂 ❤
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Reblogueó esto en “♥♥♥ Canela y Miel “♥♥♥.
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🙂 ❤
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