La luna en la charca

Una lluvia de luciérnagas cayó sobre el lago pintándolo de verde. Desde aquel día, todo el valle mira nuevos brillos y hacia horizontes más lejanos. Aquel fulgor dejó desnuda a la luna. Desde entonces, es ella quien baja a bañarse en el agua. ¡Ay, zambullir de plata! ¡Ay, salpicar de llama!

A ras de hoja

Quise adentrarme a sabiendas de la bestial oscuridad pisando las raíces del bosque. Tapaba ramas, brazos desnudos. Erráticas ayalgas intentaban llamar mi atención de cualquier forma. Destellos y aleteos. Aleteos y destellos. Una nación de luciérnagas —luz de otros— ni soles, ni estrellas, ni fugaces, a una velocidad indefinida y diferente a la superficial. Un… Leer más A ras de hoja