Escucho a ce tangana
y no soy ni perro ni río ni montaña.
Ni río tanto como debiera
ni montañeo tanto como escuchiera
ni perreo tanto como perreira.
Traspasa el frío en diciembre
y a veces, hasta en agosto.
Aunque el calor me arrulla
como el dedo que apretullo
contra la pantalla y la mosca.
Miro atrás y el horizonte pasado
es tan distinto
que suena tentador
perderse en el mordido
de la manzana, el trigo, el pan, el jamón.
Porque si me pones en la mesa un plato, pan
y algo de vino,
tienes brasero para mis piernas,
para hacer el camino.
No hace falta
dar tantas explicaciones
aunque a fin de cuentas una
no deja de ser tontatrocheinocenteytoronja.
Eres la primera en ver la forma.
Me equivoqué y me equivoco en los pasos
de antaño y ahora
y me volveré a equivocar.
No es mi cumpleaños.
Quería celebrar
que con el paso del tiempo
cambia cambio cambia
no te dejes engañar.
Una oveja negra
y una estrella que brilla y brilla
y no es fugaz.
Gracias por la variedad
y por esperar en el fuetcarral.*
Si no te gusta como soy
es que nunca miraste antes
o estabas tan ciega como yo.
No hay culpas ni amarrares
Solo ver que eche un paso
y el otro detrás.
AP. estaba contenta con lo que había,
pero empezo a alinear
la perdección
entre tus manos y las mías.