Fascismo y barbarie

La fosa está abierta.

Escribo Shoá

y paladeo sangre, hueso, tela, hierro y tierra.

La primera fila se alinea.

El propio Horkheimer da un paso al frente

y grita ¡Capitalismo! ¡Capitalismo!

Detrás suyo Adaro se rebela

gritando ¡Totalitarismo! ¡Totalitarismo!

La fosa está abierta.

Entran comunistas, socialistas, demócratas sociales

sociales demócratas, unionistas, unionales; autores, artistas;

autistas; autales; subversivos, guerrilleros, makis, navajas;

gitanos, payos, romanos, troyanos, griegos, vasallos; vacas,

perros, gallos. Improductivos, retrógados, escoria social, los del gueto,

los del campo, los del aire, los del corral, los del otro saco. Inferiores

subyugados, eventuales, peligrosos, intelectuales e intelectuosos;

sacerdotes, líderes, lideresas, incapaces, incapacitados, elles, homosexuales,

cisgénero, fluido, fluyendo, andrógino, transexuales, bisexuales, impuros, invertidos,

locas, brujas, zorras, butch, bolleras y criaturas de evolución.

¿Cuántos millones seríamos ahora?

Retiren los cargos.

Escribir fascismo aquí

destapa la fosa

y la barbarie.

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