A veces pienso que los árboles lo hacen[1]
contar el Génesis del Jardín Edénico
nutrir de ambrosía e icor los asuntos contradictorios.
Como si el caos ocupara más hueco que el vacío
y Gea pidiera la palabra a Eros en el suelo.
En definitiva,
como ser testigos de Cronos y su hambruna
ante los ojos de Goya.
Creo en la belleza
y el hallazgo
en la rama.
Y que todos los relatos míticos
se concentran en este brote de olivo
que se quema tras la poda.
Haré la ofrenda[2].
[1] Love of Lesbian, “El mundo”.
[2] Safo. 40 (y haré la ofrenda del vino). Poemas y fragmentos completos. 2006.
Este poema lo escribí durante Miradas en los entresijos organizado por Concha García, durante la lectura de Anne Carson.