
Una lágrima resbaló por su rostro,
sanaba y limpiaba sus almas.
A vivas llamas todo su cuerpo prendía,
ya que después de morir,
sus cenizas inertes renacían.
Era el momento de volar,
quedaba libre de nuevo,
para extender sus alas
y empezar su ascenso.
Lugares desconocidos
sin pautas y sin rumbo,
sólo quería desplegar sus alas,
una vez más, por el vasto cielo.
Gema Albornoz
Me gusta esta simbología, es positiva, seguir adelante y con energías renovadas.
Me gustaMe gusta
Se intenta buscar el lado buscar el lado positivo, aunque a veces, cueste mucho, mucho…Se sigue intentando y mientras no perezca en el intento, vamos…bien. ¡Gracias, ya que vayaaaaaaaaaa repaso que me pegasteeeeeee! 😀
Me gustaMe gusta