Principios de la doctrina atomista
podrán corroborar la existencia
de los últimos componentes del universo
aun sin conocer forma, ni idioma.
Y sin embargo,
en algún lugar,
un axioma racional
de valor atómico infinito
será nada en el devenir de Lucrecio
reposado en la naturaleza.
Y mientras tanto, los átomos antiguos
se reflejarán como la física visible del limón
que flota en un vaso de agua.
Y crecerán las flores.