Al principio del día Si volviera al principio del día, cogería todo el barro y lo pondría sobre el alféizar de tus ventanas. Para que los animales provistos de alas, pico y vida fugaz, construyan sus castillos en tus murallas. Tu voto:Comparte esto:TwitterFacebookCorreo electrónicoImprimirTumblrPinterestLinkedInTelegramWhatsAppSkypeMe gusta esto:Me gusta Cargando... Relacionado