La mentira tras la tragedia es felicidad.

He llenado mi tripa y casi caigo en el engaño
del día. Nada nuevo bajo el sol: jilgueros cantan,
gorriones anidan, las madres llaman a sus hijos,
los niños corren, ajenos, como los coches y yo, en esta butaca
entre cuatro paredes, tengo la tentativa de cambiar
el destino de todos ellos. Con la barriga llena cualquiera
siente el poder en su regazo. Cualquiera se siente dios.

Nada nuevo bajo el sol.

Gema Albornoz

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