«Dejar de serlo tras haberlo sido,
dejar de amar después de haber amado,
dejarlo todo y no haber dejado
nada que no estuviera ya perdido».
«A lo divino», Vicente Núñez

En un día como el de hoy
tenía que decirte que soy yo
esa sombra que gime y su trémula gema.

Podrías encontrarme bajo cualquier arco
donde el mundo se sustenta
y donde el ocaso nace de la memoria.

Incluso podrías apuñalarme ardientemente
y rematarme de un disparo.
Pues tu abrazo, amor, ya lo hizo primero.
Como ayer morí. Como siempre muero.

En un día como el de hoy
en el que te escribo y recuerdo
cuán silente te he amado.

Perfilo los pétalos de rosas.
Nunca me revestirán de su seda nacarada.

Porque seguiré siendo una figura gris y
negritud en el asfalto pegado a mis pies.
Porque seguiré siendo camafeo de ágata
estremecida.

Gema Albornoz

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