Recuerdo
días coloridos
y pintados con el dedo
de las horas.
Aquellas historias
bajo las mantas,
siempre quedaban abiertas
hasta la siguiente lluvia.
Aquel tronco de almendro
sobre el que me sentaba
y recuperaba mi aliento
cada primavera.
Recuerdo,
entonces,
a qué velocidad
lideraba hazañas,
perseguía balones
y soñaba sobre las nubes.
Ahora,
ya que quedaron atrás
los sueños, las hazañas,
la agilidad, el aliento,
las historias y los días coloridos,
los espolvoreo sobre mi recuerdo
para saborearlos
superficialmente.
Gema Albornoz

Esta obra de Gema Albornoz está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-SinDerivar 4.0 Internacional.
Basada en una obra en https://emocionesencadenadas.com.


Así es, das la vuelta, o doblas el cuello y te miras jugando en los patios de la escuela, ah la vida tan breve. Abrazo grande.
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🙂
Eso parece.
Saludos.
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