Camino entre ruinas
de un templo abandonado.
Olvidó la presencia humana.
Voy descalza
pisando el terror
de lo que fue y es.
Un rostro mágico aparece
entre tinieblas.
He querido tocarlo,
cincelando su recuerdo,
pero se alejaba a mi cercanía.
Lo intenté alcanzar
y me venció su constancia
para alejarse.
No hallo la razón
por la que hoy desperté aquí:
entre ruinas, pisando el terror
y queriendo tocar un rostro
mágicamente imposible de recuperar.
Destapo mi cuerpo
y despierta mi alma,
tirando de ese sueño.
—Lo olvidaré en cuanto coja
mi taza de café.

Esta obra de Gema Albornoz está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-SinDerivar 4.0 Internacional.
Basada en una obra en https://emocionesencadenadas.com.

