
Puedes mirar como quieras.
Eres libre de mirar.
Pero lo que yo te muestre
nadie te lo mostrará.
De base retorcida y algo enfermiza
como la de cualquier kraken
que se precie a emerger.
Más allá del asfalto
me atrevo a comparecer.
Soy sexual, racional,
interpersonal y exitoso.
Como cualquier otro hombre.
Como cualquier otro buen torso.
Ese es fascinante tronco.
Con estructura radial
recorre la energía por mi cabeza.
Por antenas rameadas.
Las estaciones pasan
y la vida va.
Gema Albornoz
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P.D.: Como siempre, Ana, gracias por tus imágenes y por pensar en mí, y en este espacio, para ver cómo soy capaz de desenvolver un embrollo en el que sólo tú eres capaz de enredarme. 😉 Gracias, amiga. :* :*

La escultura es increíble, solo comparable al marco maravilloso de la belleza de la escritora de tan buenas líneas.
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Estamos de acuerdo con la escultura, en cuanto a mis líneas, hago lo que puedo.
Sigo aprendiendo e intentándolo. A ver si me toca una varita mágica o algo así.
Muchas gracias, Besta Salvaxe. 😀
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La única magia es que no dejes de escribir una cosa te lleva a la otra y serás una gran maestra de las letras. 😉
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¡Okei maquei! 😀
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«Y la vida va»… 🙂
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Y tanto…
Besos, amiga.
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