
La gota aún esperaba
que le llegase su hora.
Mientras las demás caían
se burlaban de su demora.
La roca aún quería
separarse de su otra parte
que a la montaña la unía
y la hacía insignificante.
Cayó la gota,
se abrió el suelo.
La decisiva,
se apartó de las nubes.
La necesitada,
se apartó de la cumbre.
De la cumbre y del cielo.
Cayó la gota,
se abrió el suelo.
Mejor caer a destiempo
y marcar un mundo entero.
Gema Albornoz


Y mientras siempre resaltamos la importancia y la perseverancia de la gota nunca quedan tan claras las intenciones sediciosas de la roca. Una mirada interesante, Gema. Un beso.
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Gracias Verónica. Siempre son bienvenidos tus comentarios y reflexiones.
Una pequeña conversación el otro día con una buena amiga derivó en este poemita.
Un beso,
Gema.
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Hola Gema, gracias por leerme. Me gusta tu poesía!!
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Gracias a ti por pasarte por aquí y por ese halago.
Un saludo,
Gema Albornoz
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Exacto, sin prisas las cosas salen bien.
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