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Eva Martínez Moreno es Licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Córdoba, Máster en Información y Documentación por la Universidad de Sevilla en 1997 y Doctora en Filología Hispánica por la Universidad de Córdoba, con la calificación de sobresaliente cum laude. Su línea de investigación es multidisciplinar y se centra en la Teoría de la Literatura y la Literatura Comparada, especialmente la hermeneútica y la poética de la imagen en el periodo de las vanguardias. Por esa razón, contamos con ella para acercarnos al surrealismo durante el XI Encuentro de Poesía, Música y Plástica de la Asociación Cultural Poética de Puente Genil y participó en la mesa redonda El ojo de Buñuel, en la que me quedé con muchas preguntas. Aprovecho ahora para solventar algunas dudas al respecto.
–El surrealismo a menudo se considera un puente hacia el subconsciente. ¿Cómo se aproximaban a los sueños en sus obras y de qué manera eso transformaba o revelaba la realidad?
A través de las imágenes provenientes de ellos. Dalí decía que pintaba fotografías de los sueños. De esta manera, pretendían mostrar una realidad que el arte anterior, centrado en el exterior, había ignorado: el mundo interior de los deseos, obsesiones, pulsiones, conflictos. Su propósito era transformar la mirada y el modo de vivir, evidenciando problemas sociales y personales, comportamientos fustigables, situaciones y valores reprobables, etc.
- Los espejos son símbolos recurrentes en el surrealismo, reflejando tanto la identidad como la otredad. ¿Cómo crees que afectan la percepción del “yo” en el lector?
Gracias al símbolo de los espejos, el lector percibe la imagen del “yo” como una entidad dual que transmite la necesidad de comprender el exterior a través del interior; la conveniencia de proyectar la imagen interna en la externa para alcanzar el saber mediante las formas sensibles a través de la conciencia, como sostenía Hegel.
- ¿Consideras que el surrealismo y los sueños son una forma de acceder a una verdad más profunda, o más bien un modo de crear nuevas realidades?
En los sueños está la realidad vivida, de tal manera que cada artista se vale de su propio código para manifestar su verdad del mundo a partir siempre de su experiencia. Manifiestan crisis personales, pero también circunstancias sociales de su entorno. Y como exploran su interior, del encuentro fortuito de realidades lejanas que propicia la intuición surgen otras realidades nuevas, hasta entonces no contempladas en las obras de arte; un universo alternativo que les permite interpretar de otro modo el mundo.
- El lenguaje surrealista desafía la lógica tradicional. ¿De qué manera se eligen palabras para trasmitir ese lenguaje onírico para mantener el equilibrio entre lo comprensible y lo enigmático?
Los surrealistas buscan extrañarnos, qué nos preguntemos: “¿Qué significa esto?”, presentando imágenes de realidades alejadas, distantes. Para facilitar su comprensión, procuran la precisión de las formas sensibles y la comunicación inmediata de los sentimientos, eligiendo palabras que nombran realidades concretas, familiares, objetos cotidianos, formas conocidas de la naturaleza que aparecen en los sueños como restos visuales que se van adquirido involuntariamente durante la percepción externa y que muchas veces cobran un sentido metafórico y/o simbólico. Lo confirma Buñuel cuando declara que en sus películas hay detalles verdaderos, tomados de la observación, y otros de la invención.
- ¿Cuál es tu perspectiva sobre el papel de lo inconsciente en el proceso creativo?
Es esencial puesto que esta parte de la mente puede ser muy liberadora e inspiradora e introducir nuevos estilos, distintas formas que enriquezcan las obras y amplíen nuestra experiencia de la vida, como demostró Freud en su psicoanálisis.
- A lo largo de la historia del surrealismo, los espejos también han sido vistos como portales hacia mundos ocultos. ¿Cómo crees que estos mundos espejados pueden redefinir la realidad o expandir la experiencia humana?
Sacando a la luz verdades que todavía no hemos podido ver y que pueden tener implicaciones sociales si revelan problemas colectivos, hechos acaecidos o situaciones de la existencia humana que conviene preservar para la memoria o bien denunciar para crear conciencia, modificar valores morales, sociales, culturales, intelectuales o transformar la vida a través de nuevas concepciones del mundo.
- ¿Crees que existe una conexión entre la estructura fragmentada del sueño y la estructura poética o narrativa?
Sin duda, porque los artistas pretenden plasmar las imágenes procedentes del sueño tal y como se manifiestan a su conciencia, es decir, en su sucesión fugaz, momentánea, puesto que duran solo un instante; de una nace otra, y de esta, otra y otra… De ahí que inicialmente los surrealistas propugnasen la escritura automática; que luego creen imágenes dobles, triples, cuádruples, múltiples y que no respeten las convenciones de los géneros porque les impiden captar fielmente esa percepción.
- Por último, si los sueños y el surrealismo abren puertas a lo irracional y a lo instintivo, ¿qué desafíos y posibilidades nos encontramos al explorar estas dimensiones en un contexto literario donde se espera coherencia o sentido?
En los sueños son posibles imágenes que no vemos cuando estamos despiertos. Por tanto, el desafío será transmitir que la imaginación tiene su propia lógica, su verdad, una razón profunda, observable en las relaciones que los elementos de la obra de arte entablan en virtud de sus coincidencias. No solo es verdadero lo que la razón admite, sino también lo que nace de lo más profundo del ser.
- ¿Qué te ha parecido el XI Encuentro de Poética dedicado al surrealismo?
Alentador y muy gratificante por el impulso que ha supuesto para el arte, pero también por el valor que para la sociedad actual ha conllevado conocer aportaciones imprescindibles de nuestra cultura pasada y presente. Hay que aplaudir el compromiso de quienes lo están haciendo posible durante tantas ediciones.
P.D:
Me atrevo a añadir que el surrealismo, lejos de ser únicamente una corriente estética, constituye una poderosa herramienta de exploración del inconsciente y de las dimensiones más profundas de la experiencia humana. Eva Martínez Moreno resalta cómo esta vanguardia permite trascender las limitaciones de la razón tradicional, revelando nuevas verdades y realidades que redefinen tanto la percepción individual como los valores colectivos. En su esencia, el surrealismo nos invitaría a una transformación de la mirada, creando un puente entre lo interno y lo externo, entre lo personal y lo social, en un proceso que no solo enriquece la literatura y el arte, sino que también amplía las posibilidades de la existencia humana. Este enfoque renovador, que sigue siendo vigente, subraya la importancia de preservar y explorar su legado en la actualidad.

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