Aléjame tú
de palabras hueras,
de palabras vacías,
de palabras arrebatadas,
de palabras muertas.
Devuélveme tú
palabras nuevas que conforten la sed
y ahonden en el valor de las palabras.
Que me ponga manos a la obra,
que busque con urgencia
la carne,
la palabra exacta.
La palabra.
