Si acaso

Quisiera cultivar esta hoja

cuyo cuerpo sostiene la ciencia.

Podría probar regarla

en días alternos. Ni mucha agua

ni poca. Cada día, me preguntaría

si tendría sed o si la planta a su lado

pudiera contagiarla de alguna enfermedad

que no sé reconocer, que no conozco

y para la que no tengo remedio. Quizás,

la mosca blanca o el escarabajo rojo

aniden en uno de sus dobleces y

comenzase a ser ella misma alimento

diario. Quisiera cultivar esta hoja

cuyo tallo sostiene el día y la paz,

a pesar de que mis manos

no la cuiden como se merece.

¿Acaso no sería amor

la libertad que da a mis manos?

¿La medida del amor

no sería, si acaso,

mirarla sin medida?

Todo gira en torno al amor

entre este jardín y mis manos.

Y aún así sería solo fe,

si acaso solo sería.