Manifiesto

Marta tiene un marcapasos,

pero no le anima el corazón,

es un dispositivo de seguimiento

telemático, para evitar la aproximación

de su agresor. A la niña de tus ojos,

esa de tacones rojos, no le cantan reggeaton

pa’ enamorar. Se lo canta Nicky Jam pa’ chingar.

Y si dice que no, le da igual.

¿Y si dice que no, le da igual?

Los años han pasado,

pero se sigue llamando mamón

a quien le robe a su chica

o el mando de la televisión.

Las propuestas indecentes

entre cuatro o cinco babies

ma’lumbran las noches

esté bien o mal. La noche confunde.

«Chingan cuando yo les digo,

ni mi perro chinga más».

Por muchas canciones

que haya bailado,

me llena los huesos

de viejos retrasos.

Si vamos pa’lante,

te espero cantando

las nuevas reglas de Dua Lipa,

la candela de Bad Gyal,

la Sandunguera.

Que bailes lo que bailes

los huesos te duelan

de articular.

Mujer de hoy,

mujer diversa,

si dice «NO»,

se la respeta.

El mal querer de Rosalía,

nos enseñó a mirá con otros ojos

las balas que se clavan como una puñalá.

Si una frecuencia de ultrabelleza

te llega a alcanzar. Será

una ultrabellaza

que ni el tiempo puede borrar.