Tengo palabras desordenadas,
me vienen muchas, deshermanadas.
Otras, en cambio, se mueven con ritmo
hasta que las dejo colgadas de un asterisco.
No formo nada de chicha y carne
porque la esencia queda en el aire.
Viene el bloqueo, se van las letras.
Me abstraigo mirando a la primera.
Sonrío un poco con disimulo
los versos vienen en un gurruño.
Encogidos y arrugados, dos en uno.
Miro hacia el lado y casi acabado.
Se escucha, por dentro, la voz de mando.
En cinco columnas de hileras
e intervalos de blanco en blanco.
El bloque se muestra feliz.
Un juego es al fin.
Y sin nada de azúcar.
A pesar de la recomendación
de Mary Poppins y su canción.
Gema Albornoz
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Emociones encadenadas 
Un juego que juegas muy bien, con tus propias reglas como debe ser.
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Ya sé que en la mayoría, lo que siempre digo y repito, es «muchas gracias». Realmente, estoy muy agradecida por vuestras visitas y vuestros comentarios. Siempre.
Así que muchísimas gracias, Eva.
No infla mi ego sino mi confianza a la hora de jugar este juego.
Un abrazo.
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Ja qué bello ese Arte tuyo de versear..💟
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¡Gracias, Carmen!
Bello o no, es para el disfrute mío y de los demás. 😉☺️😙
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