Ese fragancia fresca
fragancia de bebé, de hombre y mujer.
Ese fragancia herbal
a jazmín, a rosa y a azahar.
Esa fragancia frutal
a cítrico, a melocotón y a sandía.
Esa fragancia oriental
a canela, a coco y a vainilla.
Esa fragancia amaderada
a césped recién mojado,
a humedad de armario viejo,
al corcho de un vino amontillado.
Esa fragancia de otra categoría
a pastel recién horneado,
a tierra mojada,
a océano, a mar.
Esa fragancia al mar de arriba.
Esa fragancia indispensable y vital.
Gema Albornoz
Esta obra de Gema Albornoz está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.
Basada en una obra en https://emocionesencadenadas.wordpress.com/.
¡Qué evocadoras esas fragancias! Me encantan. Un saludo Gema, que ya hacía tiempo que no decía ni pío por aquí; siempre encantado de seguir tus versos.
Me gustaLe gusta a 1 persona
¡No te preocupes, José! Cuando no te apetezca decir ni pío, no lo digas. Mientras sigas encantado por aquí y por allá, ¡perfecto!
Muchísimas gracias por tus palabras. No siempre sé si despiertan esas fragancias al leerme. Olores y lo que cada uno asociamos a ellos.
Un abrazo.
Me gustaMe gusta
Fragancias dulces y fragancias amargas. Encantada de leerte siempre. Saludos!
Me gustaLe gusta a 1 persona
¡Gracias Mariel! Por atreverte con el comentario.
No sé si te di la bienvenida, pero ¡que así sea!
¡Bienvenida! 😀 😀
Saludos.
Me gustaMe gusta
Siempre a casa me devuelven las fragancias, siempre a mi piel me embriaga, si pierdo esos olores quizá no me quedaría nada.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Al asociarlas con momentos o recuerdos, terminamos teniendo la viveza de los mismos con fragancias. Lo único que nos queda y que nos transporta a otra realidad.
Me gustaLe gusta a 1 persona