
Regalaste enseñanzas
con tus adivinanzas.
Repartiste tus gracias
dividiendo las desgracias,
en cachitos iguales,
siempre neutrales,
en nuestras semblanzas.
Semblanzas históricas.
Algunas de ida y vuelta.
Nuestras vidas encauzando
por caudales regularizados
aunque en su desembocadura
tengan la forma de delta.
Gema Albornoz
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Basada en una obra en https://emocionesencadenadas.wordpress.com/.

P.D.: ¡Feliz Día de la Madre!
A todas las que lo seáis y a LA MEJOR DE TODAS ELLAS para mí:
MI MADRE.

Gema: si eres una muestra de «ella» esa madre debe ser ¡Genial! Mis besos se extienden (no los acapares:D) y la saludan.
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¡Espero serlo, Vero!
Ella es la mejor de las mejores, ¡hipermega genial!
Divido el saludo para ella y para mi persona. 😉
Besos, amiga.
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Repartir, no dar; causes, no destinos. Me gusta que aquí la madre no sea una deidad deshumanizada, cual entelequia vacía, sino simple y llanamente un motor más en el fluente del río que es la vida y que «jamás» acaba.
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Así es Daniel , para mi las madres son el motor de impulso, pero uno de los más importantes.
En general, para la mayoría sus madres son las mejores, pero las más humanas también.
😉
Un saludo.
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Sí, la santificación de la madre no es necesaria; verla como humana es aún mejor, porque se le aprecia por lo que es.
Un saludo, Gema 🙂
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😉
Un cordial saludo y mil gracias por tus comentarios.
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Feliz día, aunque sea atrasado!
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No soy madre, pero esas felicitaciones a las madres se les deben dar cada día. 😉
Un saludo.
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