Las voces a gritos
se escuchan
a lo lejos
desde aquí.
No imagino como suenan
desde su centro,
si resuenan y resuenan
te atraparían
para sí.
Los paturdos
no se detienen
a buscar la ele perdida,
pendientes de los que gritan,
escuchando sus voces fuertes
dejando su visión inadvertida.
¿Son voces?
¿O están en la mira
de miles de pájaros piando?
¡Un millardo de aves que pían!
Desatendiendo sentidos,
no pude contemplar el frente
no reparé en el paisaje,
no presté oídos
al discurso volátil
de las aladas criaturas
que enjauladas no cantaban
y por rayos de escape
sacaban sus plumas
para presumir y presumían.
Gema Albornoz



Hola Gema,
Hoy no estoy, me fui en busca de la ele perdida.
¡Salud!
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¡Espero que la encuentres!
¡Saludos, Fernando!
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