Me asomé a la ventana
y vi una mesa repleta,
de algún vaso y botellas,
de platos y servilletas.
Me asombró el reflejo
de ventanas y faroles
coloridos paraguas colgando
y las casas decorando.
¿O era todo aquello contrario?
¿Era mi visión certera?
Lo más nítido, un reflejo.
Lo que se refleja, un neto.
Gema Albornoz



Los reflejos a veces son más nítidos incluso que lo que no es reflejo.
¡Un abrazo y buen jueves! Muy buena entrada.
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Muchas veces estamos tan concentrados que incluso la realidad, se distorsiona al estar muy adentrados en ella.
Javi-k ¡Gracias por comentar y por tu reconfortante visita!
¡Buen día!
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Me ha gustado muchísimo el poema. Magnífica reflexión sobre los límites de nuestra percepción de la realidad. Un abrazo.
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Muchísimas gracias,Javi.
Es un ánimo y un honor, leer palabras así viniendo de ti.
Un abrazo grande,
Gema
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