Viniste
cuando el viento corría
hacia mí. Hacia mí.
Cuando la única caricia
era herida —llama de besos.
Cuando la lluvia caía
sobre mí. Sobre mí.
Cuando la única palabra
era silencio —atardecer silente.
Viniste
hacia mí,
sobre mí
y yo sólo era tormenta.
Agité tu viento,
condensé tu lluvia
para arder en los besos
de cualquier atardecer
al que provocamos.
Gema Albornoz
Esta obra de Gema Albornoz está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-SinDerivar 4.0 Internacional.
Basada en una obra en https://emocionesencadenadas.com.
Reblogueó esto en Directas & Indirectas.
Me gustaMe gusta
Gracias por compartir. 🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona