
Camino y me detengo
tras un árbol.
Me engancho y balanceo.
Miro a lo lejos.
Se pierden en la niebla
mis ojos tintados
de esa mágica cortina
que se mueve, se baja y se eleva.
Camino un poco más
y la atravieso como si fuese tela.
Un frescor humedece mi rostro
y cierro mis ojos.
Me pierde el olor de las hojas.
Camino por la bella moqueta que forman.
Y juego en la niebla.
Gema Albornoz
Esta obra de Gema Albornoz está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional.
Basada en una obra en https://emocionesencadenadas.wordpress.com/.
Bonito paraje el que describes.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Para jugar un rato, Johan. 😀
Un saludo y buen día. 😉
Me gustaLe gusta a 1 persona
¡Lo mismo digo! 🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona
Curiosamente, Gema, he cerrado los ojos tras leerte y me ha resultado una fantástica escena de soledad … hasta he sentido cierto escalofrío ¿Sería miedo?
Bello tu poema … como siempre, distintos y sencillos.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Será, Enrique. Últimamente disfruto de la belleza de un buen rato de soledad bien encaminado. 😀
Gracias. ^^
Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona