¿Cuántas veces me dijeron
que me traerías problemas?
Pero mis ojos no te rehuyeron
y mis pies se rindieron
sin más estratagema.
¿Cuántas veces habré rabiado
por no haberte cambiado?
Pero mis ganas de lucirte
no entorpecieron ni aprendieron.
Resquemaste
en mil fricciones.
Y sin embargo, te quiero.
Gema Albornoz
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Emociones encadenadas 
El que algo desea algo le cuesta.
En este caso ha sido un poco de dolor.
Un beso. XD
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😛
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¡Hermoso! Un gusto conocer tu espacio. Hasta pronto!!
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¡Gracias, Eila!
Bienvenida a mi rinconcito.
Un placer que lo disfrutes bien a gusto.
Un cordial saludo.
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¡¡Ay, ay el amor!!
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¡Ay! ¡Ay! 😛 😀
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Quien quiere celeste que aguante el ardor. 😉 😀 😛
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Pues sí. 😛
Un abrazo, amiga.
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